Yo y el otro
Yo y el otro,
qué lejanía.
El otro y yo,
qué cercanía.
El tiempo
El tiempo juega con nosotros a su guisa. Los días comienzan y se acaban y luego viene la noche en un ritmo desigual.
La verdad
Eres mi verdad
y quizás
estoy en tu sueño.
La palabra
Ninguna palabra puede expresar lo que siento por ti
La virtud
La virtud, un famoso espejismo.
El miedo
Tengo miedo, mucho miedo,
miedo de perderte,
de perder mi luna,
mi camino, mi linterna.
La hipocresía
Y si todos dejáramos caer las mascaras, nos asustaríamos mucho.
Dios
Ciertamente, Dios es más humano que todos los Hombres.
Dios es una certeza, la religión un rumor.
Creo que Dios ha dejado de creer en el ser humano.
La fe
Tengo una fe inquebrantable en las matemáticas; solamente en las matemáticas. Estas no poseen estados de ánimo.
La eternidad
La eternidad, una hermosa ilusión.
La verdad
¡Una verdad verdadera: “La verdad es más fuerte que la mentira”! Eso dicen, al menos.
Mi tiempo interior
El arte de la vida (savoir-faire) se aprende o se entiende con el paso del tiempo, un tiempo muy largo. De este modo llegaré a ser inútilmente sabio demasiado tarde.
La vida
La vida es tan limitada, efímera, que no debemos olvidar aprovechar cada instante.
Los sueños
Es raro que mis sueños e ilusiones me decepcionen o me frustren.
La sinceridad
Para ser sincero contiguo, he empezado por intentar ser sincero conmigo mismo. Pero no lo he conseguido.
La memoria
Con mi memoria, cuanto más lejos están los recuerdos, más adornados se los veo.
El olvido
El olvido acaba siempre por secar las lágrimas.
La muerte
La muerte rompe el tiempo que, con sus ciclos, recuerda el aburrimiento de los días veraniegos.
Es muy difícil admitir que el tiempo se ha cumplido y que es necesario marcharse.
Abdellah El Hassouni.
Rabat, noviembre de 2012.
Ejercicio basado en un “Viaje interior”.