La aurora de Rabat tiene
Dos coronas perfumadas,
Una de jazmín y otra de azahares,
Cantos de ruiseñores
Y una brisa de mariposas coloradas
que cortejan las flores enrojecidas.
La aurora de Rabat ríe y se deja llevar
Por el inmenso tobogán
Buscando entre los niños
Tréboles y Narcisos de esperanza dibujada
La aurora llega y todos la reciben en sus ojos y sus almas
Porque les trae un día nuevo y promesas brillantes
La luz radiante abraza tiernamente la ciudad que se despierta
Y los primeros que salen recolectan el rocío de los follajes.
A veces las palabras en hormigas maliciosas
Suben por los pies, llegan a ciertas almas
Y hacen estremecer plumas inspiradas
Y con la aurora nacen tiernos poemas
Fatine Sebti
Rabat, febrero de 2011
(Ejercicio basado en “LA AURORA” de Nueva York de Federico García Lorca)