TALLER DE ESCRITURA "A ORILLAS DEL BU REGREG" DEL INSTITUTO CERVANTES DE RABAT

Bienvenidos a «A orillas del Bu Regreg», el blog de los integrantes del Taller de lectura y escritura creativa, un curso especial que realizamos desde hace doce años en el Instituto Cervantes de Rabat (Marruecos).

En este espacio damos a conocer los cuentos, poemas y otros ejercicios de escritura que se proponen en clase y que realizan nuestros alumnos, aunque también publicamos colaboraciones de nuestros lectores.

Muchas gracias por leernos y por compartir vuestras opiniones.
Ester Rabasco Macías (profesora del Taller)

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viernes, 15 de mayo de 2020

«INSPIRACIÓN», IMAN TANOUTI


Encendió su ordenador aletargada, todo estaba manso y calmoso, y detrás de las ventanas el sol se estaba despidiendo tímidamente con la promesa de otro nuevo día manso y calmoso, pues había elegido aislarse en este lugar apartado de la ciudad con la esperanza de recobrar la inspiración extraviada en alguna clínica dental, en algún bar de tapas, en algún vagón de tren… Así llevaba tres meses encendiendo su ordenador entumecida, mirando vagamente alrededor en busca de algún detalle, algún mensaje secreto, alguna señal, pero en vano, Él no había dado ninguna señal desde la última vez que…,  se quedó un buen rato mirando la luz blanca de la pantalla como intentando atravesarla, con la esperanza tal vez de que alguien se le asomase por el otro lado, alguna señal de vida, “¡vida!”, se repitió por dentro “¿pero qué vida?”  ¿Dónde andará…? Me había prometido….
La píldora mágica que obraba el prodigio cada noche estaba sobre la mesita del ordenador, pero todavía era temprano y Él podría manifestarse en cualquier momento porque era imprevisible y caprichoso, “a veces hasta muy juguetón”, pensó con una sonrisa dibujada en los labios.
Le hubiera gustado soñar ese primer capítulo, escribirlo bajo hipnosis. Llevarlo a la cama dentro de la cabeza como se lleva una ofrenda a una diosa, para ver si lograba que atravesaran juntos la frontera de la vigilia ¿Acaso no fue así como ocurrió con el otro libro?, pero los guardianes de los sueños lo impedirían y lo detectarían con comodidad aún bajo el efecto de sus maravillosas píldoras.
Recorrió el saloncito con la mirada hasta que sus ojos toparon con un libro, en la portada se veían dos caras entremezcladas; el diseño se lo había regalado un amigo artista con poca gloria y mucho talento “El talento no siempre se recompensa como es debido”, pensó tristemente, “será mi regalo para tu nuevo libro, seguro que va a ser un best seller”.
Y así fue, un best seller seguido de muchas horas de entrevistas, dedicatorias, encuentros, tomas de fotos para revistas de todo tipo, hasta para la prensa del corazón, su figura estaba en todos lados. Una mañana se levantó y su cara estaba en todas las bocas del metro.
Pero esa gloria no era fruto de su esfuerzo y su trabajo, y ella lo sabía muy bien, Él había contribuido ampliamente a ese éxito, se lo había ofrecido en bandeja, sólo tenía que hacer el esfuerzo de escribir las palabras que caían suavemente en su oído como caen las hojas del otoño, ejercer de secretaria y recibir el trofeo.
Se dirigió nuevamente a la pantalla del ordenador como advertida por alguna presencia, alguna esencia… “¡Hola!”, saltó de su silla, “¿hola…?”
Se apartó bruscamente de la mesa del ordenador y empezó a dar vueltas histéricas por el saloncito como una poseída. Abrió la venta de par en par, sin importarle el frío que aún hería las noches, pese a que el fin del otoño se anunciaba ya. Agachó la cabeza procurando desembotarse, levantó la mirada y una luna blanca y redonda con un bebé en brazos le devolvió la mirada tiernamente.
Se acercó al tocadiscos en busca de refuerzos, dio riendas sueltas a la orquesta filarmónica de Múnich: bolero de Ravel; intensificó el volumen en un intento absurdo de invadir sonoramente el espacio sin dejar un hueco libre, con el propósito de desarmar el pensamiento. Sin razón clara y repentinamente, sacó su agenda del bolso y consultó su calendario semanal, el martes a las tres cita con la editorial, el miércoles por la mañana ¿cita con el pediatra...? ¿Pero qué pediatra y por qué razón?” Si yo no tengo hijos, ¿para qué iría al pediatra? Unos llantos repentinos y lejanos atravesaron sus oídos como rozándolos, pensó en buscar el número de la consulta pero era tarde para llamar, tendría que esperar hasta la mañana siguiente para averiguar el motivo de su cita. Una sensación de pinchazo en el pecho izquierdo la sacudió y de repente empezó a sentir un hinchazón en los pechos con un fuerte dolor, se acercó al baño y se quitó la camiseta, no era de llevar sujetadores, le parecían una invención sexista para calmar la libido de ciertos machistas. Se acercó al espejo intentando examinar sus senos y advirtió una transformación portentosa, se palpó suavemente los pechos resistiendo al dolor fuerte que la fustigaba como un relámpago, fue entonces cuando una sustancia amarillenta, densa y viscosa saltó de sus pezones.

Volvió a la mesa del ordenador, afirmó los pies en el suelo, encogió la espalda esperando no se sabe qué o quién, pero no ocurrió nada, solo silencio. La batería se estaba agotando. La pantalla se apagó.
“Zelinsky”, despertó con esa palabra en los labios y una extraña sensación de haber dormido por lo menos tres días. Saltó enérgicamente de la cama, como catapultada, y se acercó a la mesilla del ordenador. Vio la pantalla blanca y una palabra en negrita en el centro: “Zelinsky”:“Y las voces lloran o se lamentan con un gran miedo antiguo, ya conocido por semejanzas increídas, la mañana se abre como un canto, te hieren, tiran de ti, te atenazan, tiran de ti, en plena noche de creación arrancan de ti, con las piernas abiertas piensas en árboles, en colores puros” (1). Sonaban así esas palabras confusas en su mente como un taladro dando golpes a un muro.  Ese primer capítulo todavía se resistía a salir “igual que un feto que te mutila mientras crece en el útero “Él no había aparecido desde la última vez, la que podría haber sido una señal: “Zelinsky”.
Le ha estado dando muchas vueltas, pero más que ayudarla, “Zelinsky” era la placenta que evitaba la penetración de las ideas en su mente, una especie de barrera psicológica que prohíbe el acceso a la imaginación y la inspiración, un gendarme de la creatividad. Tenía la mente en blanco, y las ideas en estado de desbarajuste total.

Se despertó al día siguiente con una fuerte migraña y un malestar provocado por los sofocos de la noche anterior. Unos síntomas que suelen derivar de los cambios hormonales propios de esta etapa de la vida y que se hacían sentir cada vez más. Se tomó su café tranquilamente y se asomó a la ventana en busca de rayos de luz. Un sol primaveral había tenido la delicadeza de aflorar esa mañana compadeciéndose de su estado de ánimo, un poco de calor podría alentarla y desempolvar su mente y sus pensamientos confusos.

Se acercó sigilosamente a la mesilla del ordenador como un gato se acerca a explorar un objeto desconocido: “la muchacha apretaba con todas sus fuerzas el peluche sucio que le servía de alivio, ya no tenía edad para jugar con peluches, pero tampoco tenía edad para tan enorme responsabilidad, ¿y qué dirían en el pueblo? Sus pensamientos aún infantiles la devolvieron a la niñez desgraciada y triste, pero con algún que otro momento de ternura:

Duerme niña, duerme
El padre guarda las ovejas
La madre sacude los arbustos
para que caigan bonitos sueños
Duerme niña, duerme.  (2)

Saltó al oír llamar a la puerta, era Ahmed, el guardia, el que le hace las compras y le sirve de vínculo con el mundo exterior: “Señora, se me está muriendo la perrita, está dando a luz pero parece que algo va mal ¿Podría usted llamar a algún veterinario?”
Consultó su teléfono en busca de ayuda, pues se había percatado de la angustia de Ahmed, del miedo que relucía en sus ojos de mirada habitualmente inmutable e inexpresiva. El veterinario del pueblo tardaría al menos treinta y cinco minutos, no se sabía si el pobre animal podría aguantar, de todos modos habría que intentarlo. Ahmed dibujaba un vaivén con su silueta flaca en el porche de la casa, de vez en cuando echaba la cabeza hacia donde estaba la madre sufriente, pero no se atrevía a aproximarse mucho a ella por miedo o por pena. De vez en cuando se acercaba a la pista polvorienta buscando desesperadamente alguna señal de esperanza.
El veterinario llegó una hora más tarde: “tras la expulsión de los cachorros se produjo una hemorragia de sangre demasiado cuantiosa, la cual ha provocado una parada cardíaca de la madre, lo siento”.
Ahmed se quedó mirando los cachorros por un lado y la madre muerta por el otro. Su pena era tan grande que no le cabía en la cara. Sus sollozos eran igual al de un niño que ha perdido su juguete más preciado, ni siquiera la presencia de los cachorritos pudo aliviar ese dolor repentino e impredecible.
El dolor es un sentimiento extraño y misterioso, te alcanza hasta tus entrañas más profundas atravesando todos los obstáculos que nos procura la naturaleza, se infiltra en tu sangre y se te sube a la cabeza, se expande tan rápidamente por todo tu ser hasta dejarte vacío, extenuado.
No pudo dormir esa noche, las píldoras mágicas habían sido infectadas también del virus del dolor, pensó en encender el ordenador y sentarse a escribir algo, unas palabras le saltaron de repente a la cara “la muchacha sollozaba en silencio acariciando inconscientemente su barriguita todavía plana e infantil, ingenuamente se puso a imaginar cómo sería Él, redondito y con los pomelos rojos, el pelo negrito y suave, las manitas chiquititas, el apetito despierto constantemente. Esos pensamientos la reconfortaron y la calmaron por un instante, hasta que se le asomó la cara de su padre y la ilusión se derrumbó…
Se levantó al alba con la intención de tomar una decisión, ¿pero cómo puede un ser tan frágil e indefenso tomar decisiones? ¿Cómo puede un cerebro todavía en vía de crecimiento distinguir entre el bien y el mal, entre el error y el buen camino? ¿Cómo puede una cosa así cambiar en días la dulce mirada verde en unos ojos tristes y ojerosos, y la sonrisa deliciosa en un rostro triste y sombrío?”
“¿Qué hago con los cachorritos señora? “Pues igual puedes criarlos tú, Ahmed, no sé, podrías darles tú de comer”. “Esas crías necesitan una madre, señora, hay que encontrarles una hembra de adopción”. “Veré lo que puedo hacer, Ahmed, llamaré al veterinario a ver si puede ayudar”.
El día había despertado sereno y suave, el silencio alternaba armoniosamente con el escuadrón de plumas recién llegadas de tierras lejanas aportando un poco de paz y serenidad entre sus alas. Pero alguien, en algún lugar, en algún tiempo, no podía disfrutar de esa armonía, de esa paz: “la niña no pudo guardar el secreto por mucho tiempo, a falta de madre, solo podía confesarse a su padre, pero si la valentía de ella estuvo presente, la comprensión y el cariño de él faltaron gravemente. Los días seguidos fueron de angustia, de gritos, de reproches, de insultos y de… reproches.
De poco sirvió el pretexto de la niñez, de la inocencia, de la ingenuidad, de la falta de experiencia y de la ausencia de la madre. El castigo debía ser inminente, doloroso y secreto, íntimamente secreto”.
Al acabar de escribir esas líneas sintió un repentino dolor en el pecho, “Zelinsky” repitió mecánicamente, creyó entonces ver el brillo ilusionado de unos ojos verdes pidiendo ayuda a gritos, unos gritos mudos y silenciosos que poco a poco se iban apagando, poco a poco se iban apagando…

(1) Alejandra Pizarnik “Diarios”
(2) Canción de cuna de origen alemán.


Rabat, 12 de mayo de 2020.
Actividad de escritura basada en la estructura de “Las armas secreta” de Julio Cortázar.

jueves, 14 de mayo de 2020

«CUANDO TE CONVIERTES EN…NADIE», RKIA OKMENNI


¿Cómo viviste aquel momento

cuando en tu cuarto de baño

te encontraste cara a cara

frente a una persona ajena

que tristemente te miraba

con sus ojos vacíos,

desde la profundidad del espejo,

y que todos tus gestos,

con torpeza intentaba imitar?

 

Aquella mañana

te despertaste en una habitación,

que no podías reconocer.

Te sorprendió la mujer sonriente

que te dio los medicamentos,

te sirvió el desayuno

y pretendió ser tu hermana.

 

Entonces, durante tus días

llenos de espanto, miedo y soledad,

el contenido de tu memoria,

los recuerdos de tu vida,

uno a uno y sin dolor,

empezaste sin remedio a perder.

 

Acaso aquel remoto día

vagamente te diste cuenta,

de que una fantasmal mano

del imprevisible y cruel olvido

se empeñaba en borrar tu cerebro,

en caducar toda tu vida y recorrido,

y… en anular tu identidad.

 

Rkia Okmenni

Rabat, mayo de 2020

Ejercicio inspirado en el cuento de J. L.

Borges: «Borges y yo»

(En memoria de mi hermana K. que siempre estará.)




«VEINTE AÑOS, HIJO», BAHIA OMARI

    Lloro sin cortar cebollas, pero oigo la fluidez de las lágrimas, lágrimas por el dolor que alcanza siempre mi corazón, mi alma; un...

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017
Cantando los versos de José Martí.

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017
Iman y Anastasio recitando a Mario Benedetti. Mohammed a la guitarra.

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017
Manal, Ahlam y Assia recitando a Oliverio Girondo.

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017
Rkia recitando a Delmira Agustini

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017
Bahia recitando a Alfonsina Storni.

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017
Laura & Mohamed y Mohamed & Laura cantando a Alfonsina Storni.

Ensayando para el Día E junio 2015

Ensayando para el Día E junio 2015
Grupo del Taller de Lectura y escritura 2015

Recital 18 de junio de 2016

Recital 18 de junio de 2016
21.00 Instituto Cervantes de Rabat

Bahia. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA

Bahia. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA
Recital del 24 de abril de 2015

PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA

PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA
Viernes, 24 de abril de 2015, 19.00 -INSTITUTO CERVANTES DE RABAT -

Rkia. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA

Rkia. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA
Viernes, 24 de abril de 2015

Iman.PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA

Iman.PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA
Recital del 24 de abril de 2015

Abdellah. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA

Abdellah. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA
Viernes, 24 de abril de 2015

Fatima. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA

Fatima. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA
Rabat, 24 de abril de 2015.

Aïcha. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA

Aïcha. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA
Recital del 24 de abril de 2015

RECITAL 11 DE JUNIO DE 2014

RECITAL 11 DE JUNIO DE 2014
Recital "A orillas del Bu Regreg 2014"