El hombre que lleva una enorme maleta, tan grande como un
ataúd, aparece en el pueblo de Azla un domingo de septiembre que no es más que
cualquier domingo en el que los vivos salen de sus casas de adobe y piedra,
sobre todo esos hombres que caminan tomados de la mano como señal de amistad.
Las mujeres llevan sobre su espalda ramas de árboles porque las estufas de leña
son la única fuente de calor.
El chaikh del
pueblo presenta al hombre como el nuevo maestro de la escuela. Su nombre,
Kamal, es hermoso. Tiene una mirada seductora, como teñida de las olas del mar
y que va a juego con su camisa, el pelo oscuro y ensortijado, que combina con
su piel mulata, y unos dientes blancos como bloques de hielo. Posee una belleza
realmente exótica. Un profundo silencio aparece especialmente entre los hombres
que conservan un vasto poder sobre sus mujeres y sus hijos, y que por ello
prefieren no enviar a sus hijas a la escuela. Tiempo después, cuando ya está
totalmente instalado entre unos arbustos que carecen de toda condición mínima
de vida, el maestro no sólo se limita a enseñar, sino que también educa a las
niñas sobre su importancia en la sociedad. Los padres lo consideran como una
incitación directa contra las costumbres del pueblo y, a partir de entonces,
cuando Kamal se acerca a una mujer o una niña, ve sus ojos aterrados y que nadie
le habla. Más que eso, el profesor empieza a sufrir acoso por parte de los hombres.
Lo doloroso llega un día cuando la noche es solo una mancha
negra y fría, y el pueblo nada en un profundo silencio, y viene con unos
muchachos instigados por sus padres a prender fuego en la casa del maestro.
Nunca olvidaré esa mañana en la que arrestaron a mi hermano
con las manos temblorosas y los ojos secos de rabia, ni la salida de nuestro
maestro del pueblo dentro de un ataúd. La vergüenza nos acompañará a lo largo
de la vida y vivirá en nuestra memoria para siempre.
Assia El Oualidi
Rabat, abril-noviembre de 2021
Tarea de escritura basada en motivos de «Historia de una maestra» de Josefina Aldecoa y en la
estructura de «Un lugar llamado
Antaño» de Olga Tokarczuk.