Hoy quiero
hablarles de una pequeña biblioteca
escolar, en una pequeña ciudad del norte, allá por los años ochenta.
La idea surgió
de una maestra que nos animó a crear una pequeña biblioteca del aula en un
pequeño armario que, seguramente, debía servir para otra cosa. Todos debíamos
contribuir en la creación y crecimiento de la biblioteca, y así luego ya
podíamos coger prestado un libro pagando diez céntimos, treinta o cincuenta,
según el color de la etiqueta que le habíamos asignado. A final de mes, con el
dinero recaudado, comprábamos más libros de segunda mano o, a veces, incluso
nuevos.
El recreo era el
lugar idóneo para sentir que éramos el club de los cinco correteando en busca de aventura, de emoción
y de entriga. Sherlock
Holmes un día era rubio, otro moreno, alto, o bajo, y al pobre
Watson le tenía sin cuidado ir con falda o con vestido. ¡Era lo de menos!
Pero a Supermán sí que le preocupaban esos
detalles, y no recuerdo haberlo visto con ninguna prenda femenina, sería por
puro machismo, supongo, o porque las niñas tenían que jugar a las muñecas y los
chicos a los superhéroes. No sé.
El pequeño
Nicolás también nos visitaba de vez en cuando, y sus travesuras nos
resultaban desbordantes de humor e ingenio .
Y luego
descubrimos el maravilloso mundo del cómic. Vivir los personajes en primera
personaje era fascinante, y las ilustraciones invadían nuestro pequeño mundo y
afán de aventura.
Siempre he
pensado que los cómics son una buena herramienta de motivación a la
lectura y se ha demostrado que el tema mas aburrido, trabajado desde un cómic, puede llamar
mucho más la atención de los niños y motivarles a buscar mas sobre el libro, el tema o los
personajes.*
Creemos que, con el tiempo, se pierde el hábito de la
lectura, la vida te lleva por muchos caminos donde el tiempo se estrecha cada
vez más hasta no dejar hueco a la lectura. Por lo que a mí respecta, los libros
de leyes y los artículos de códigos
civiles y penales echaron a patadas mis maravillosas novelas latinoamericanas…
Con Oliver. W Holmes, JR, Scherlok Holm no tenía ninguna
posibilidad de sobrevivir; Cesar
LOMBROSO sustituyó a Agatha
Christie, y Cicerón se
encargó de eclipsar a William Fox y sus
maravillosos viajes en globo, además de todas las lecturas obligatorias y de
objetivo académico, que desde luego carecían de interés.
Una vez
adquiridos los conocimientos legales necesarios y satisfechas las exigencias
laborales, la nostalgia de la lectura placentera surgió de la nada como por arte de magia.
La vuelta no ha
sido fácil, pero el hábito se fue instalando de nuevo poco a poco, de manera
natural y espontánea. Aquello era como subir en bicicleta, porque es algo que
nunca se olvida aunque lo dejes por un tiempo.
Por eso, estoy
convencida que el hábito de la lectura se tiene que instaurar en la infancia,
es igual que plantar una planta, que aunque se seque por un tiempo: una vez que
vuelves a regarla, te lo agradece con unas flores o unos frutos.
A veces, pienso
que gracias a esa pequeña biblioteca, varias mentes maravillosas andan ahora
expandidas por diferentes lugares, y que suguramente, como yo, se acordarán, de
vez en cuando y con mucho cariño y nostalgia, de aquella pequeña biblioteca
escolar en una pequeña ciudad del norte allá por los años ochenta.
*Leorian Ricardo
, director creativo de Moro Studio.
Iman Tanouti
Rabat, 16 de
octubre de 2019
Tarea 0:
"Escribir un texto sobre la lectura relacionado con tu
vida"
“LA
EXPERIENCIA DE LEER Y ESCRIBIR (I), TALLER DE LECTURA Y ESCRITURA CREATIVA,
Instituto Cervantes de Rabat, 2019-2020”
Iman como siempre tu escritura es muy famosa!
ResponderEliminarMe gusta mucho el recuerdo, la nostalgia e el impacto de la lectura en tu proceso literario.
El texto es atractivo y muy bien elaborado.
Bravo amiga
Enhorabuena
Bahia
Me ha encantado tu texto. Leyéndolo he visto a esa niña correteando por el patio con un libro en la mano. Me gusta la gracia con la que tratas a los personajes.
ResponderEliminarEs verdad que llega un momento en la vida en la que unas lecturas "obligatorias" se imponen a las lecturas placenteras, pero como bien dices en tu texto, el hábito está ahí y se puede y debe recuperar lo antes posible.
Enhorabuena por tu texto.
¡Hola Iman!
ResponderEliminar¡Tu texto me encanta!
Huele a infancia, a escuela, a ilusión y sueño, a curiosidad para descubrir y conocer más de lo que es nuevo, parecido o completamente diferente.
Me gusta como describes un proyecto de clase que hacía sentirse importante y responsable a cada niño por formar parte de un grupo que comparte voluntariamente la experiencia de la lectura de historias con asombro y orgullo.
¡Enhorabuena amiga y gracias por compartir tu recuerdo!
Rkia.
hola Iman! me has realmente transportado con tu texto hacia una bella epoca, y como tu creo que hay muchas personas que pueden acordarse de un profesor o una profesora que han cambiado su vida un dia, como tu fue un profesor que me izo amar la poesia y nunca lo olvidare! el hecho de haber introducido a los personajes en el recreo fue una idea fantastica, me encanta! como siempre encuentras el medio adecuado para engancharnos y meternos profundamente en el tema de tus textos! enhorabuena!
ResponderEliminarhola Imane! lo siento , el ultimo comentario es el mio , Maria El Kannassi
ResponderEliminarMaria
ResponderEliminarMuchisimas gracias por tu comentario y por tus bonitas palabras. Espero leer algo tuyo muy pronto.
un beso fuerte
Iman