Yo y el otro es un vaivén entre los ojos y corazones que nos enseña mucho sobre nuestra personalidad porque el otro es el espejo que refleja una imagen diferente de la propia imaginada.
El tiempo se olvida durante la instantánea de felicidad y se extiende durante la espera, pero finalmente es irreversible.
El tiempo interior: ¡Con qué elasticidad cambia de velocidad según la edad! Lento en la juventud y rápido en la madurez hasta que empezamos a medirlo con la edad de nuestros hijos.
El ser humano no puede superar la relatividad (siempre tan subjetiva) del tiempo.
La eternidad: es duración sin principio ni fin y pertenece sobre todo a los difuntos.
La vida: es un paréntesis de la existencia que se cierra un día, pero con la feliz posibilidad de transmitirla con amor y de generación en generación en ese intérvalo que se nos concede.
Los sueños son necesarios en la vida para que podamos transcenderla, pero debemos mantener los pies en la tierra y dejar de perseguir la utopía.
La sinceridad es un feliz matrimonio entre la franqueza, la lealtad, la autenticidad sin ninguna forma de truco, mentira o engañifa para con los otros o para con uno mismo.
La verdad es lo que creo con mi razón y mi corazón, aunque puede no ser verdadero.
La virtud es el comportamiento ejemplar e irreprochable gobernado por el amor al prójimo, la energía moral para practicar la honestidad, la caridad, la solidaridad.
Dios es la potencia suprema en la que el ser humano puede refugiarse en caso de recibir un golpe duro en la vida. También es la reunión de todas las chispas de bien que existen en cada hombre cuando las chispas del mal pueden ser transcendidas con la ayuda de la espiritualidad.
El miedo es la sensación de alguien que está en peligro real o imaginario, bajo los efectos del pánico o de una amenaza o de un susto de muerte.
La vanidad es tener una idea de sí mismo demasiado gloriosa y que no incluye la consideración hacia el otro.
La memoria: ¡Qué selectiva es y qué traidora! Acaba de perderse si no es utilizada, pero si no sabes adónde ir, busca dentro tu memoria y pregúntate de dónde vienes!
La Tierra es nuestro planeta, en el cual debemos vivir en paz y que debemos salvaguardar sin contaminar y sin consumir excesivamente.¡Deseo piadoso y utópica quimera!
El olvido es necesario para perdonar y sobrevivir. No es siempre inocente porque, a veces, ocultamos lo que nuestro inconsciente desea.
La muerte es el fin irremediable de la vida y cuando los viejos se van con su memoria, los hijos quedan solos y huérfanos, independientemente de su edad.
Najate Zizi
Rabat, 22 de noviembre de 2012
Ejercicio basado en un “Viaje interior”.
¡Mucha verdad en tus "PALABRAS DE INTROSPECCIÓN", Najat;
ResponderEliminarFelicidades!
Rkia
Najat,
ResponderEliminarme gusta mucho tu percepcion de la vida y de la verdad
Iman