Tan tuyo
como tu muerte: una novela que exige una
profunda concentración y atento análisis
por la complejidad de su trama policial y científica, así como por los
efectos psicológicos, físicos y sociales.
Tan tuyo como tu muerte es
más que una obra literaria, es una lectura que puede ser considerada clásica.
Así es, el autor Emili Bayo, paralelamente a los personajes y a todos los
elementos componentes de la historia, nos presenta la novela desde su principio
en un molde distinto que concede su mayor importancia a un organismo concreto,
vivo. Un organismo que no habla pero que existe, que se manifiesta y actúa.
El autor nos
avanza la historia con la voz narrativa del protagonista central de la mayor
parte de la obra, el sargento Abel Claramunt, que nos lleva a seguirle en el desarrollo
de un asunto criminal con todos sus embrollos y contradicciones.
Sin embargo,
como lectora, me acompañan muchas preguntas durante la lectura de los capítulos
de este relato. ¿Qué objetivo previsto tiene Emili Bayo al crear a su personaje
principal de la historia como héroe moribundo? ¿Cuál es, realmente, el núcleo
complejo de la obra y cómo distinguirlo entre todo lo demás?
El sargento Abel Claramunt, en la policía de Lleida,
previamente a la narración de los eventos del asunto policial, nos describe su
estado de salud y todos sus sentimientos de sufrimiento, de dolor, de angustia,
de ascosidad, de rabia y de agresividad. Este es su cuerpo. Un cuerpo
desgraciado, débil y abatido. Un cuerpo que, por las mínimas fuerzas que le
quedan, se sigue soportando a sí mismo.
Un cuerpo que está en relación mutua con la mente, en conexión continúa y que,
por transitividad, afecta a los pensamientos, a los comportamientos y a su
conducta. Una relación inseparable de un universo corporal complejo con su
propia persona, y de él mismo con su entorno externo.
El proceso fisiológico-psicológico está ligado a las
funciones de los sistemas asociados a nuestro organismo de una manera común y
adecuada. Una fuerte interacción produce en el cuerpo todas las necesidades indispensables
para el bienestar del ser humano. Si no, cada defecto en cualquier aparato
interior acaba por infectar el funcionamiento organizado del cuerpo como sujeto
traductor y expresivo.
Así, la enfermedad agresiva de Claramunt, como él
odiosamente la describe, proviene del sistema excretor. La avería de la vejiga
urinaria le hace la vida inaguantable. Una vida compartida entre el hospital,
en cuya atmósfera circula el espectro de la muerte y el ambiente estrangulador
y agobiante de la comisaria; entre la incapacidad de los médicos y el maltrato
de sus subinspectores y compañeros hacia su persona; entre los medicamentos
como “drogas”, los análisis, los servicios, y entre las carpetas sucias, las
investigaciones vacías y la mesa de trabajo arrinconada junto a los asquerosos
servicios. Una persona apartada y frustrada…
Una persona a quien, para colmo, a su perforada salud, se
le añade la sanción policial ya que ha sido traslado desde Barcelona ‒la ciudad
cosmopolita‒ a la comisaria de Lleida ‒ciudad de provincias‒, según el
reglamento policial y debido a una falta disciplinaria del inculpado. Todo se
derrumba ante él: un cuerpo azotado de un hombre perdido en medio de un
profundo desconcierto. Esto convierte su espacio vital en un rincón
excesivamente aislado, frío y oscuro. De hecho, el moribundo Claramunt no puede
controlar la complicada situación externa ni encontrar la paz interior, ya que la salud y la moral van de la
mano.
Mientras,
en el seno de estas circunstancias
perjudiciales para su estado físico
y mental, algo cambia en él. Un hilo de luz surca su espíritu, le aclara
el sentido frondoso de sus pensamientos. Se trata del desafío. El desafío, al
que se agarra con fuerza para afrontar los problemas externos y recuperar su
dignidad.
Naturalmente, en situaciones parecidas,
el sistema nervioso autónomo segrega una
sustancia artificial de control y coordinación sobre los demás órganos y el
medio ambiente cambiante. Se trata de un procedimiento para enfrentar el mal y actuar de una manera
adecuada y eficaz con el organismo interior; o bien es un entendimiento entre
la causa y la justificación, algo demostrado científicamente.
A partir de
este momento, el sargento Abel Claramunt intenta desviar positivamente las
circunstancias negativas a su favor. Con
inteligencia, cambia de comportamiento, al menos exterior. Se arma de todos sus
sentidos. Se hace más observador que hablador, manteniendo la calma y la
ignorancia, escuchando, dibujando una sonrisa de hipocresía con humor, burlándose
en silencio de las instrucciones y las órdenes administrativas del cuerpo
policial, marcando la distancia entre la percepción y la acción; aunque de vez
en cuando, es capaz de arrojarles a la cara a los demás, a su pesar y sin
vergüenza alguna, realidades crudas y brutales como bofetadas. Un gran desafío
psicológico para una persona cuya contracción de su rostro refleja su oculto
dolor. Por eso crea una especie de escudo para protegerse: su propio cuerpo. Un
medio de expresión en un mundo en que se avería la comunicación. Un lenguaje.
Ese es el precio del orgullo para un moribundo a pocos meses de jubilarse.
De repente, en el turbión de
su vida, el destino empuja en su trayecto profesional a una persona que se
distingue por su morfología femenina. Una compañera, una agente. La joven es
una chica con ganas de vivir y trabajar, dinámica y optimista. De este modo,
ambos se convierten en una pareja policial de gran contraste físico y moral.
Emili Bayo les atribuye, encima, una relación familiar, por ser ella es su
prima por descendencia. Entre ambos se establece un sistema de apoyo y de
ayuda. El ambiente toma cuerpo más tranquilamente con un diálogo caracterizado
por el humor y una comunicación que, a pesar de su lentitud, va quebrando el
silencio. No puede ser de otro modo, ya que, por otro lado, el indeseable
pasado familiar y sentimental oprime el corazón de Abel. Es algo así como una
mecha de fuego bajo las cenizas, algo que él había ahogado en su fondo desde
tiempos remotos y que se había esforzado continuamente en borrar de su memoria,
pero que ineludiblemente acaba manifestándose.
En este contexto, una llamada urgente para salvar una
vida les une y hace que se ocupen juntos de un asunto supuestamente criminal.
Se trata de una investigación sobre una
chica desaparecida. Una amiga de Azucena, preocupada por la ausencia de su
compañera, les pide ayuda. No es fácil para la pareja embarcarse en este
asunto, para Abel en particular. Progresivamente, ambos van encajando a la vez que van
estudiando la cuestión del secuestro. La búsqueda se complica cada vez más ante
sus pasos, lo cual aumenta la tensión nerviosa entre la joven agente activa y
precipitada y el viejo compañero que va cargado de una enorme joroba de
experiencias de la vida. Aunque la
debilidad de Abel resiste. El cruce de los hilos de telaraña en este
asunto policial embrolla completamente las pistas de los investigadores. No
pueden retirarse. El compromiso ha quedado sellado. Otro desafío: la razón. Esa
facultad del espíritu humano que permite al hombre medir, distinguir, analizar y actuar
inteligentemente para lograr su objetivo de una manera racional. También es un
medio de evaluar la capacidad intelectual de la persona. La complejidad del
asunto aumenta cada vez más la voluntad y la curiosidad para descubrir este
enigma. Por eso, optan por trabajar intensamente, estableciendo multitud de
posibilidades, imaginaciones y sugestiones… y se mueven en diferentes espacios,
lo cual requiere muchos esfuerzos físicos y mentales. Por casualidad, el
descubrimiento de una persona asesinada en el bosque les guía hacia una
profunda investigación, buscando por todos los medios argumentos de toda
información, incluso entre aparatos de sistemas de performance. Así hace su
aparición el cuerpo de “María Dolores Ballesté”, una chica atada y filmada por
una cámara. En la película aparecen: “sus ojos claros, tensos, muy abiertos,
lacrimosos… la pura imagen del terror…” Una descripción de un cuerpo
salvajemente maltratado.
La
especulación de los datos y la perseverancia para conseguir el desenlace del
asunto policial conducen a Abel y a Azucena hasta el escenario del crimen, al
barranco donde se descubre el cadáver del profesor Santiago en un vehículo
hundido en el barro. Un acto criminal con premeditación confirmado. Aquí
encontramos un cuerpo cruelmente asesinado. María Asunción, la segunda
protagonista narradora, había preparado personalmente y con todo detalle el
asesinato. ¡Por venganza! ¡O por
enfermedad emocional y psicológico! ¿Pero qué relación tiene María Asunción con
el profesor? ¿Por qué decidió quitárselo de encima? ¿Por qué ha dicho: (“Elia,
estarías orgullosa de mí”)? ¿Qué relación tenía
el profesor con Elia, y cuál Elia
con María? Aquí toma relevancia el asunto de la víctima-asesina. El eco de la
muerte persiste. Otro enigma. Otra trama que se encadena a la precedente por su
aspecto criminal y que a nuestros investigadores les exige más energía, más
sudor y coraje, lo cual provoca un cierto desacuerdo entre ellos por momentos.
Ahora contamos con muchas cartas boca arriba de personas muertas y de otras en
peligro o fugitivas por diferentes causas sentimentales o por interés material.
La investigación, ya en su espiral, alcanza una mayor altura: espacios,
movimientos, herramientas del crimen, personas de géneros opuestos (hombre y
mujer), meditación, persecución, actos trágicos, destino negro, relaciones
confusas y comportamientos
incontrolables, resistencia y desconfianza… En ese caso, se manifiesta el
cuerpo de los personajes con sus acciones positivas o negativas. También cuando
María Asunción se da cuenta de que su cuerpo desnudo, confundida en una sala
desconocida con un hombre desconocido que cuida de ella le dice: “… Además, un
cuerpo desnudo luce en todo esplendor. Es ridículo que la gente dedique tanto
esfuerzo a la tarea de taparse…”.
Según la misión policial, están
ante un complejo asunto criminal y se suceden un conjunto de delicadas medidas para proceder al desenlace
del misterio del crimen y la identificación del
cadáver y del actor de la acción, ya sin fisuras: autopsia, huellas
digitales e indicios físicos corporales
y materiales que presentan los enfoques del asesinato y el sufrimiento
del asesino, y que definen el tipo del drama. El cuerpo humano, aunque
apagado, se expresa. El desenlace del enigma toma un giro sorprendente: una
asesina convertida en víctima. Así es, el profesor Santiago había sido acusado
de violación por parte de una intima chica desaparecida. Un testigo quieto que
revela la paradoja de la vida hasta la muerte.
El cuerpo es una
identidad, es una historia. ¿Pero es posible que el cuerpo pueda perder su
identidad? Así, todo fluye en la antropología social y cultural. La
incoherencia entre las mentalidades antiguas y otras modernas engendra un conflicto generacional a
través los tiempos. Una oposición sistemática por contraste social o individual
entre una mentalidad auténtica, por su egoísmo, su exigencia ante
sus hábitos y sus creencias, frente a una generación emancipada, con una independencia física,
mental y material, creando un nuevo mundo cultural y técnico con todas sus
ventajas y sus inconvenientes. En resumen, una dislocación familiar. Un
movimiento del cuerpo en un medio ambiente cambiante desde una procedencia a un
destino incierto por obligación o por necesidad para “Abel”, que a su pesar se
encuentra rodeando en un círculo vicioso con todas sus desgracias; o por
voluntad y ambición, para “María”. No de otro modo se distingue la conducta de “Azucena”,
la joven chica que oscila entre su familia tradicional y su generación moderna.
Este es el contrapunto entre la ignorancia y el deber de saber que cada persona
lleva en sí durante su vida.
Pero lo más espantoso es cuando la identidad personal fluye
en el organismo profesional. Así pues, el cuerpo de la policía por sumisión
imperativa a las instrucciones por una cuestión de autoridad, acaba
inconscientemente colmado hasta perder su propia identidad.
En consecuencia,
Emili Bayo, por el poder de la palabra que él domina, junto a su
perfecta habilidad para el montaje estructural del acoplamiento de todos los
personajes y las tramas, nos presenta
una obra de gran amplitud que engloba el tema
policial, social e individual con una intensidad dramática. Tan tuyo como tu muerte nos lleva
inteligentemente al descubrimiento del cuerpo humano en todas sus dimensiones, sus
valores y problemáticas.
Rabat: 01 de marzo de 2019
Actividad de análisis: El cuerpo, desde la novela de Emili Bayo “Tan tuyo
como tu muerte”.
Fatima: Increíble cómo intentas profundizar en las lecturas y cómo te expresas. Gracias por haberte acercado a Abel Claramunt, ese personaje de carne y hueso que nos ha fascinado a todos en el Taller.
ResponderEliminarEster; me encanta que mi Analisis te haya mucho gustado. realment,esto se debe a tus esferzos en el taller,tus consejos y tus comentarios alentadores.La "Analisis del" cuerpo" en la novela Tan tuyo como tu muerte me ha requerido mucho tiempo y muchas reflexiones.Al principio pienso solamente al cuerpo de Abel Claramunt,pero cada vez mas avanzo en la analisis mas se amplian y se profundizan mi vision y mis reflexiones.No fue facil sellarlo, lo que incita una observacion casi general del cuerpo de los personajes principales de la historia.(!Oooooh!Al final me encuentro con un texto voluminosooo).
ResponderEliminarTu comentario Ester, como siempre es un gran honor para mi.
Muchiiisimas gracias.
Fatima
Fatima
ResponderEliminarQue interesante lectura de "tan tuyo como tu muerte", me parece una análisis inteligente y perspicaz.
En hora buena.
Iman,tu comentario es muy precioso
EliminarMuchas gracias amiga
Fatima
¡Hola Fatima!
ResponderEliminarGracias por compartir tu análisis y tus reflexiones de la novela de Emilí Bayo que, la verdad, nos ha impactado a todos en el Taller.
Y hasta hoy en día citamos “Tan tuyo como tu muerte” comentando otra novela (su narrador, estilo y demás).
¡Felicidades amiga y buen regreso!
Rkia
Hola Rkia;
ResponderEliminarMe encanta que hayas leido y comentado mi análisis sobre el "cuerpo" "en Tan tuyo como tu muerte". Algo que ha encendido en me la curiosidad de hundir más profundo en la historia: El cuerpo silencioso y expresivo.
Merece mayor atención y importancia.
Gracias amiga
Fatima
ResponderEliminaralmanya chat hollanda sohbet avrupa sohbet bizim mekan geveze sohbet