El hombre que lleva una enorme maleta, tan grande como un
ataúd, aparece en el pueblo de Azla un domingo de septiembre que no es más que
cualquier domingo en el que los vivos salen de sus casas de adobe y piedra,
sobre todo esos hombres que caminan tomados de la mano como señal de amistad.
Las mujeres llevan sobre su espalda ramas de árboles porque las estufas de leña
son la única fuente de calor.
El chaikh del
pueblo presenta al hombre como el nuevo maestro de la escuela. Su nombre,
Kamal, es hermoso. Tiene una mirada seductora, como teñida de las olas del mar
y que va a juego con su camisa, el pelo oscuro y ensortijado, que combina con
su piel mulata, y unos dientes blancos como bloques de hielo. Posee una belleza
realmente exótica. Un profundo silencio aparece especialmente entre los hombres
que conservan un vasto poder sobre sus mujeres y sus hijos, y que por ello
prefieren no enviar a sus hijas a la escuela. Tiempo después, cuando ya está
totalmente instalado entre unos arbustos que carecen de toda condición mínima
de vida, el maestro no sólo se limita a enseñar, sino que también educa a las
niñas sobre su importancia en la sociedad. Los padres lo consideran como una
incitación directa contra las costumbres del pueblo y, a partir de entonces,
cuando Kamal se acerca a una mujer o una niña, ve sus ojos aterrados y que nadie
le habla. Más que eso, el profesor empieza a sufrir acoso por parte de los hombres.
Lo doloroso llega un día cuando la noche es solo una mancha
negra y fría, y el pueblo nada en un profundo silencio, y viene con unos
muchachos instigados por sus padres a prender fuego en la casa del maestro.
Nunca olvidaré esa mañana en la que arrestaron a mi hermano
con las manos temblorosas y los ojos secos de rabia, ni la salida de nuestro
maestro del pueblo dentro de un ataúd. La vergüenza nos acompañará a lo largo
de la vida y vivirá en nuestra memoria para siempre.
Assia El Oualidi
Rabat, abril-noviembre de 2021
Tarea de escritura basada en motivos de «Historia de una maestra» de Josefina Aldecoa y en la
estructura de «Un lugar llamado
Antaño» de Olga Tokarczuk.
Assia, un texto muy duro que refleja o puede reflejar una realidad.
ResponderEliminarEncantado de volver a leerte.
Anastasio
Mil gracias Anastasio
Eliminar¡Impresionante!
ResponderEliminarMil gracias Ana varela
ResponderEliminarMil Gracias Ana valera
ResponderEliminarExtraordinario texto sobre los atavismos, sobre la lucha extenuante entre tradición y modernidad, pone en primer plano el error de dar continuidad a estereotipos culturales en lugar de entender la cultura como una dinámica en continua evolución. La figura del maestro hoy en día está también en primera línea de debate, por lo tanto es un relato muy actual. Me encanta el final, como en la película "La lengua de las mariposas" de José Luis Cuerda, donde el maestro es agredido y difamado por el pueblo.
ResponderEliminarGracias Marie Anges por tu comentario
EliminarPrecioso cuento Assia!
ResponderEliminartus palabras nos transmiten la dura realidad donde vive la gente del pueblo que se llama Azla.
tu texto describe el sufrimiento de las mujeres y la tirania del chaikh y de los hombres.
me encanta tu manera de escribir Assia.
felicidades Amiga
Ahlam
Gracias Ahlam por tu comentario
EliminarAssia,
ResponderEliminarTu cuento está muy bien estructurado con descripciones fieles de este pueblo del norte. Has hecho una descripción del ambiente, de la "amistad" de la gente, en apariencia, a pesar de la pobreza y de rudeza del tiempo.
Pero reina la tradición patriarcal. La mujer está ausente, solo para hacer hijos y trabajar. Has apuntado al problema actual de la condición de la mujer.
Hay también un lado poético cuando describe al hombre..."dientes blancos como bloques de hielo ".
Me he gustado el juego de la narración entre el principio y el fin del cuento: la llegada del hombre e la comparación de la "maleta como un ataúd"; y el profesor que quita el pueblo dentro el ataúd.
Un cuento corto pero lleno de significaciones y se ataca a diferentes problemas de la sociedad que están perpetuando hasta ahora.
¡Enhorabuena!
Bravo
Gracias Bahia por tu comentario
EliminarUn cuento duro, sin duda, pero lleno de aspectos culturales que lo enriquecen y lo hacen muy interesante.
ResponderEliminarAssia, como siempre aportando cosas interesantes.
Maribel A. R.
Gracias Maribel por tu comentario
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