Lo estaban velando. Le llegaron los llantos y de repente se sentó.
El pirata confió en el ratón de su ordenador. Pero él lo llevo a la cárcel.
SUICIDIO
Estaba pensando en cómo suicidarse. Se le cayó un tiesto encima y murió.
Al regresar del baño, al caracol le sorprendió encontrar a la babosa ocupando su casa.
EL LAGARTITO
sorprendente
ResponderEliminarMe gusta
Abdellah
Muy logrados tus microcuentos. Me gustan mucho.
ResponderEliminarAnastasio
Abdellah, Anastasio,
ResponderEliminarMe alegra mucho que mis microcuentos os hayan gustado.
Gracias amigos.
Rkia