Dos almas errantes caminan por senderos desconocidos,
senderos que se unen en un único
camino.
Apareció ante mí, súbita y repentina
como la luz en la oscuridad,
cambió mi paz, mi mundo, mi alma
dormida.
Transformó mis espinas en seda,
mi camino de piedras en hierba
fresca.
Mis noches son largas sin el calor
de su aliento.
Sus miradas, sanadoras, reviven mis
cenizas.
Su voz, dulce miel, cicatriza mis
penas.
Siento, siento cómo poco a poco mi
alma
se transforma en verde y fresca
primavera.
El sol del invierno empieza a
calentar
se muestra tímido y receloso
a la espera de su florida
primavera.
Bi rabbi, fortaléceme…
Pronto, amada mía, el sol brillará
con plenitud cada día.
Dos almas errantes vuelan bajo el
cielo protector
donde el ángel guardián vela por el
buen sendero.
¡Mi alma protectora y bien amada!
¡Si tú supieras cuánto te echo de
menos!
Bi rabbi , protégela.
Vida mía, mi vida es tuya si tú la
quieres todavía.
Dos almas errantes unidas por un
destino.
Anastasio García García.
Rabat, primavera del 2014.
¡Es un encanto descubrir tu lado poetico en "DOS ALMAS" Anastasio!
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Rkia