Él está
tendido en la cama, mirando a los miembros de su familia, uno por uno, mientras
ellos se concentran a su alrededor para consolarlo. Hace tiempo que está
enfermo y su enfermedad no cesa de agravarse, cada día más, a causa de su
avanzada edad. Se encuentra en un estado muy débil, ante el cual no valen ni
médico ni ruegos a Dios.
Huyendo del
sufrimiento, trata de repasar la película de su agitada vida. Ha trabajado
mucho, ha adquirido muchos conocimientos y ha disfrutado lo suficiente.
Pero,
ahora, todo se está derribando… Sus hijos, sus hijas, también la esposa, todos
piensan, probablemente, solo en la herencia. Sí, mi fin no está lejano. La
muerte ya está preparándose para llevarme con ella, se dice.
Nada vale.
Ni dinero, ni familia, ni relaciones… Nada puede detener a la muerte, ni
siquiera curar mi enfermedad, piensa.
Ya no puede
dar órdenes, como de costumbre, y se ha resignado a tomar medicinas y comida,
según los órdenes del médico y el antojo de aquellos que le atienden.
Con gran
amargura, ve cómo todo se le ha escapado, grano a grano, al igual que un
puñadito de arena se escapa de entre los dedos regresando de vuelta a la
tierra. ¡Todo! ¡El destino todo se lo lleva!
Mohammed Korchi
Rabat, 15 de marzo del 2015
Ejercicio basado en el poema “Vida” de Dámaso
Alonso.
Hola si Med
ResponderEliminarBien hecho tu texto. Me gusta
Abdellah
Texto muy triste: enfermedad, sufrimiento, desesperación, familia,herencia y muerte;
ResponderEliminarson reales sentimientos de los "Últimos instantes" de la vida.
Me gusta.
Enhorabuena
Fatima
¡Qué retrato triste pero real Mohammed!
ResponderEliminar¡Me gusta tu cuento!
¡Enhorabuena!
Rkia.