Por la tarde. Una casa de
arquitectura marroquí- andalusí. En el interior, hay un patio cuyas paredes se
hallan recubiertas por azulejos de atractivos colores, decorado por cuatro
pilares, arcos y ventanas de las habitaciones que comunican con el patio. En el
centro, hay una fuente.
Hiba,
la madre: (Todavía sentada
en el salón de la
estancia. Contenta. Llama a la criada.) Faiza...F…
Nora,
la hija: (Una chica de
veinticinco años, alegre, moderna,
culta. Entra llamando a su madre.) Mamá... Mamá. (Se asoma al salón).
¡Hola, mamá! ¡Oh! ¿Qué es todo esto? ¿Una fiesta? (Mirando lo que está sobre
la mesa y con una sonrisa)… Tarta, pasteles, galletas de almendras…té… Y...y... ¡No me
digas que es tu cumpleaños! …Porque…
La
madre: (Con una sonrisa
luminosa.) ¡Ah! Acércate, hija mía, siéntate aquí, a mi lado y, tómate un
té (Sirviéndole un té). Adivina quién nos ha visitado hoy…
La hija: ¿Alguien de la familia o una amiga…? No sé…
La
madre: Bueno… ¿Recuerdas a
Zara? Zara… La tía del marido de tu
sobrina Layla…
La
hija: ¡Hum! Ah, sí… ¡Claro que sí…! ¿Y cómo es que se ha
acordado de nosotros después de tanto tiempo?
¿Nos echaba de menos?
La
madre: Nos ha hecho una
visita de cortesía. Mira, lo que te ha
traído: perfume de marca y…, todavía algo más, esta maravillosa joya de valor…
Abre la caja.
La
hija: (Toma la caja y
la pone sobre la mesa sin abrirla) ¿Y por qué ha traído estos regalos tan
caros? ¿Por qué motivo?
La
madre: Porque… Porque te
tiene en buena consideración, te encuentra bella, culta y bien educada…
La
hija: ¡Qué honor! Mamá,
por favor, deja de dar rodeos… Dime de qué se trata.
La
madre: En pocas palabras,
hija… Pide tu mano para su hermano Medí, el joyero… ¡Qué joyería tiene! ¡Es la
más grande de la calle comercial de la Medina!
La
hija: ¡Ah! Ya está el
debate abierto…! (Moviéndose nerviosa por el patio, su madre la sigue.)
Querida madre mía… Dale las gracias a Zara, la tía de fulano y de mengano…
Pero se ha equivocado de puerta. Mamá, querida, ¿cómo te atreves a proponerme
semejante boda con alguien tan mayor, siempre envuelto en su chilaba, y que está
desde el amanecer hasta al atardecer en su jaula?
La
madre: (Enfadada y en voz alta.) Ese hombre que, según tú, vive en una
jaula, tiene una joyería con dos fachadas estupendas… Un Riad en Marrakech...
Vive en una casa de ensueño… ¡Y qué muebles tan antiguos tiene! Según su
hermana, hasta tiene un maravilloso dormitorio estilo Luis XIV… Y en el salón
hay una mesa así de grande (Hace un gran círculo con su mano)… Y tiene
unos cuadros preciosos… Además, cuántos coches y criadas… Querida mía, no
dejes pasar esta oportunidad. Ese hombre
está dispuesto a hacernos muchos favores…Y te hará feliz.
La
hija: Lo siento, madre, no
voy a casarme con alguien que solo persigue las satisfacción de sus deseos. No
quiero condenarme en vida ni convertirme en su enfermera para el resto de mi vida…
Ni por su fortuna… No, nunca… ¡Jamás!
La
madre: Si tú lo rechazas,
otra mujer lo aceptará con los brazos
abiertos.
La
hija: (Furiosa)
¡Pues que se vaya con viento fresco!
Ahora, déjame en paz, estoy harta.
La
madre: Cállate, loca, no te
permito que me hables en este tono. ¿Crees que voy dejarte actuar a tu manera y
que vas a traernos la deshonra…? ¿Crees que voy a dejar que te pase como a la
hija de nuestra vecina, que se ha encontrado de la noche al día embarazada de
un bastardo? ¡Qué Dios nos proteja!
La
hija: (Con voz firme)
No me importa…
La
madre: Mañana voy a
acompañarte al médico.
La
hija: ¿Al médico? ¿Por qué
al médico?
La
madre: ¿De verdad no sabes
por qué tenemos que ir al ginecólogo? (Se produce un silencio helado y
pesado.) ¿Qué pasa? ¿Te has quedado sin lengua?
La
hija: (Muy abatida,
sacudiendo la cabeza.) Increíble… (Mira hacia arriba, al cielo, soltando
un soplido de decepción.) Todo esto me ha trastocado… Basta, no puedo
soportarlo más. Tus palabras me oprimen la garganta… Pero ¿es que no lo ves? La
vida ya no es como antes, todo ha cambiado: la mentalidad de la sociedad, la
educación… Esa educación que tú y papá me habéis dado: moderna, abierta al
exterior y constructiva… Las necesidades han cambiado, los gustos, el amor ha
cambiado… Sí, toda la vida ha cambiado. ¿Qué vale el dinero para ti, mamá? ¿Qué
puede valer para mí, para la mujer, si acaba mal acompañada? Mamá, te amo,
porque eres mi madre… Y tú y papá me habéis enseñado muchas cosas buenas, como
la libertad de expresión… Me habéis enseñado cómo conservar la dignidad y la
confianza ante el prójimo. Así que si, un día, quiero casarme, me casaré por
amor, con un joven con quien me lleve bien, un hombre dinámico, culto, que
tenga cualidades intelectuales. Sí, mamá, alguien como Amín, el joven
intelectual que no vale nada para ti, pero que, para mí, vale mucho… Porque
estamos enamorados y nos respetamos mutuamente. Y estábamos esperando el
momento oportuno para anunciarlo. Ahora todo está claro, ¿no?
La
madre: (La madre durante
todo el tiempo muestra confusión y, al final, se queda con la boca abierta.)
Fátima
Ezzehar
Rabat, 3 de noviembre de 2013
Ejercicio basado en un fragmento de El sí de las niñas de Leandro Fernández
de Moratín.
Fatima:
ResponderEliminarMe parece que organizas el texto muy bien y que presentas la psicología de los personajes de manera muy acertada. Felicidades y ánimo con tus publicaciones.
Ester
gracias por tu comentario alentador .
Eliminarcon todo mi respeto
saludo
Fatima
Me gusta mucho tu manera de contruire tus personajes, guardando una caracterización marroquí de toda la escena. La lucha entre generaciones está bien presentada.
ResponderEliminarBravo
Esperando tu próximo texto
Amistosamente
Abdellah
Gracia,s abdellah por tus palabras de ànimo.
EliminarSaludo
Fatima
Excelente texto, refleja muy bien la psicología de un sector de la población marroquí.
ResponderEliminarÁnimo y continúa así.
Anastasio
Fatima,
ResponderEliminarTu texto:« Amor y desafió » esta bien hecho.
El dialogo entre madre e hija muestra muy bien el conflicto entre generaciones,
Las acotaciones subrayan la tensión entre ellas (actitud, movimiento, voz, mirada…)
Y me gusta el personaje de la hija a la hora de defender su amor por Amin.
¡Un buen texto para la representación!
¡Enhorabuena, amiga!
Rkia