En homenaje a Ba Hmad.
El dedo grande de su pie derecho
cambiaba de color cada día más y se iba volviendo morado. Pasó una semana y,
aunque lo masajeaba y pinchaba de vez en cuando para medir su grado de
sensibilidad, la extremidad violácea se mostraba ajena al cuerpo. No la sentía.
Empezaron entonces las amputaciones. Al dedo, le
siguió el pie entero. Pasaron tres meses llenos de sufrimiento y de dolor
físico y moral. Él no manifestaba su padecimiento. Apretaba sus dientes
aguantándolo todo y solo la tensión de los músculos de su rostro revelaban su
sufrimiento, muy a pesar suyo. Más tarde, cuando ingresó en el hospital
militar, tras una noche de insomnio en que nadie en la casa pudo dormir, los
médicos le anunciaron a su hijo mayor que la pierna derecha estaba gangrenada
desde la rodilla. El cirujano le explicó: «La única alternativa para que
siga con vida es la misma que practicamos con el pie. Quizás hubiera sido mejor
hacerlo todo de una vez; pero, en aquel momento, había un cincuenta por ciento
de posibilidades de que pudiera conservar la pierna».
Mientras el equipo quirúrgico lo
preparaba para la sala de operaciones, Ba Hmad, semiconsciente, estuvo pensando
en varios periodos de su vida sin ningún orden cronológico. No sabía lo que le
iban a hacer, pero lo intuía. Era cierto que amaba a su mujer, a su familia, la
vida y que no quería morir.
Una enfermera entró. Lo saludó y
lo animó diciéndole que todo saldría bien. Le puso una inyección, colgó el
suero medicinal y salió. Él ya la veía borrosa.
La canción de Fairuz que, de
adolescente, solía escuchar en la radio irrumpió en su mente…
لم لا أحيا وظل الورد يحيا في الشفاه
ونشيد البـلـبـل الشـــــــادي حياة لهواه
¿Por qué yo no
viviré?
¿Por qué yo no
viviré sabiendo que
la sombra de las
rosas vive en los labios
y el canto del
ruiseñor da vida a su amor.
Militar de profesión desde sus
dieciocho años, la disciplina y el compromiso hacia el ejército fluían por las
venas de Ba Hmad. Había estado en campamentos, en fronteras y muchas veces rozó
el peligro al manipular las armas. Salió del cuartel cuando se casó. Alquiló un
piso y se despidió de su vida de soltero. Luego, fue cambiando de ciudades y de casas y le nacieron cinco niños y
dos niñas. Estaba orgulloso de su familia numerosa. Decía que sus hijos eran
también sus hermanos y hermanas. Los que jamás tuvo, dado que había sido hijo
único. Se podía decir que era feliz porque, dentro del remolino de su vida de
militar, las cuestiones de aquel tipo no
lograban preocuparle mucho. Sentía que lo arrastraban las
olas de la vida, del deber cumplido hacia su familia y hacia el ejército, su
otra familia. Reía y bromeaba todo el tiempo y con todos. En sus bolsillos
tenía siempre caramelos y, desde que su moto entraba en la callejuela, todos
los niños lo acogían con gritos de «Ba Hmad, Ba Hmad…». Y cuando no tenía
ningún dulce, volteaba sus bolsillos en signo de buena fe para que lo dejaran y
siguieran con sus juegos. Amaba la vida. Para Ba Hmad, el sueño y la muerte
eran hermanos gemelos. Por eso, apreciaba cada nuevo día como un regalo.
Aquel lunes, el teniente lo
convocó a su despacho. Le informó de que se acercaba el momento de retirarse y
le pidió que le entregara unos documentos que le
faltaban. Su jefe miró el calendario que había delante
de él, puso su dedo sobre una fecha y le comunicó que le quedaban justo un mes
y veinte días para su jubilación.
Le llegó la noticia como una
liberación. Sabía que se despertaría todos los días muy temprano. Encendería su
radio. Escucharía las noticias de la cadena nacional o de la BBC y algunas
canciones. Tenía la cabeza llena de proyectos y proyectos. Iba a casar a sus
dos hijos mayores. No tenía tiempo para enfermedades y su silla de ruedas era
bastante confortable.
Lo estaban moviendo y le pareció
que tenía los oídos tapados con algodón. Muchas voces le llegaron desde el
fondo de un pozo.
.
لم لا أحيا وفي قلبى وفي عيني الحياه
سوف أحيا . ســوف أحيا
¿Por qué no viviré si la vida
llena mis ojos y mi corazón?
Yo viviré. Yo viviré…
Horas después Ba Hmad despertó
y, con la mano derecha, fue palpando su cuerpo bajo las sábanas. Así se enteró
de lo que había intuido horas, días o quizás meses antes. Pero él estaba allí y
ya no le importaba lo que hubiera durado aquel regreso a la vida. Él seguía
allí. Se encadenaron los versos de la canción en su mente. Se saltó una estrofa
y sus labios se movieron en un intento de tarareo:
ليس سـراً يا رفـيقي أن أيامي قليلـة
ليس سـراً إنما الأيــام بســــمات طويلة
إن أردت السر فاسأل عنه أزهار الخميلة
عـمرها يوم وتحـــــيا اليوم حتى منتهـاه
سوف أحيا.. سوف أحيا
No es ningún secreto, compañero,
que solo me
quedan pocos días.
Tampoco es ningún secreto
que los días son
largas sonrisas.
Si aspiras a
conocer el secreto,
pregunta a las
bellísimas flores de la selva:
viven tan solo un
día
y lo aprovechan,
lo viven, hasta su final.
Yo viviré, yo
viviré…
A la hora de las visitas, sonrió
con torpeza a su mujer, que lloraba, y a sus hijos. Y les dijo:
-¿Por qué tenéis esas caras?
Se miraron no muy sorprendidos
por aquella frase con que los recibía.
-¡Estoy todavía vivo!
Y continuó:
-¡Mejor una prótesis sana que
una pierna gangrenada! ¿No?
Y añadió:
-Ya tengo cita, para dentro de un año, para
que me saquen medidas para la prótesis. Hay que dar tiempo al tiempo para que
cicatrice la herida. Además, es casi una herida de héroe de guerra.
Sin embargo…
*******
* Ba: padre o papá.
Rkia
Okmenni.
18
de abril de 2016
Actividad «Incrustar letra de canción en un cuento con doble acción
temporal», inspirada en la técnica narrativa de los capítulos 12 y 13 de La voz
dormida de Dulce Chacón.
(Canción
de la cantante libanesa Fairuz: «سوف أحيا» o «Viviré»)
Rkia: ¿Qué se te puede decir más...? Todos tus cuentos logran recrear personajes únicos, reales, llenos de vida y de optimismo, a pesar de las circunstancias que los rodean. Y logras transmitirlo tan bien, con tanta sencillez... Gracias por haber cumplido el objetivo de nuestro ejercicio: la canción en árabe y su traducción son una maravilla para escuchar al son de esa historia con otro de tus "valientes héroes".
ResponderEliminarFelicidades. No dejes de escribir...
Rkia: ¿Qué se te puede decir más...? Todos tus cuentos logran recrear personajes únicos, reales, llenos de vida y de optimismo, a pesar de las circunstancias que los rodean. Y logras transmitirlo tan bien, con tanta sencillez... Gracias por haber cumplido el objetivo de nuestro ejercicio: la canción en árabe y su traducción son una maravilla para escuchar al son de esa historia con otro de tus "valientes héroes".
ResponderEliminarFelicidades. No dejes de escribir...
Rkia, me ha encantado tu historia. Una historia fresca, dinámica y llena de vitalidad.
ResponderEliminarBa Hmad tiene tanta fuerza que es él el que anima a todos a pesar de ser el enfermo y cargar con una "desgracia". Es una lección de vida que nos da y que todos deberíamos aprender. Estar vivo es el mejor regalo que podemos tener y tenemos que dar gracias siempre por ello.
Enhorabuena y espero tu próximo texto que será un éxito, como todos.
Anastasio
Rkia
ResponderEliminarLeyendo tu cuento, tengo la sensación que Ba Hmad es uno de mis familiares.
Tu pluma tiene la habilidad de acercarnos a tus héroes de manera completamente natural.
Además, adoro a Fairouz y esta canción maravillosa.
Bravo compañera, un cuento admirable.
Abdellah
Rkia, !Qué maravilloso cuento! Nada puede tachar o ocultar lo que salga por el corzon.Como siempre, escribes con esmero,con facilidad y claridad a lavez, tocando a lo que es real:A la actualidad, a la sociedad, a la vida, a todo lo que habia dejado en ti una huella.Tienes una reserva extraordinaria.
ResponderEliminarAdemas, gracias por estos versos de la cancion de Fairouz: la famosa cantante que yo adoro.
Enhorabuena, amiga
Fatima
Ester, Anastasio, Abdellah, Fatima,
EliminarMuy contenta que mi cuento os haya gustado. Os agradezco vuestros comentarios que me animan a seguir escribiendo porque a veces me peleo con el Señor Tiempo y sus trucos de elasticidad…
Otra vez, muchas gracias amigos.
Rkia.
Rkia! Como siempre tus cuentos son famosos, han sacado de la realidad marroquí sin duda.Has descrito de manera perfecta este hombre : su carácter, su personalidad muy fuerte,su optimismo, su humor; a pesar de su enfermedad,y sobre todo, de la ablación de su pierna. Una frase me atrae, la cual tiene muchas significaciones "Para Ba Hmad, el sueño y la muerte eran hermanos gemelos. Por eso, apreciaba cada nuevo día como un regalo."
ResponderEliminarTodo eso ha relatado en la canción que resume el estado de la alma de Ba Hmad.
El cuento muy bien elaborado y fácil a leer. Me gusta mucho.
Bravo Rkia!
Enhorabuena!!
Bahia
Querida Bahia,
EliminarMe alegra mucho que mi cuento te haya gustado.
Gracias por tu comentario y es un placer tenerte con nosotros en el taller.
Rkia.
Rkia, qué historia tan bonita y tan bien narrada. La lectura es ágil y muy amena. Cada vez me sorprendes más. Un personaje lleno de fuerza y de «vitalidad» a pesar de las circunstancias. Muy bien elegida la canción, le viene como anillo al dedo. Bravo.
ResponderEliminarQuerida Clara,
ResponderEliminarMe alegra que estés ahí leyendo y comentando las publicaciones del Blog. Nos ayuda y nos ánima a mejorar nuestros textos y cuentos y también el idioma.
¡Contenta que mi cuento te haya gustado!
Elegí esa canción de Fayruz porque me encanta. Está llena de optimismo y de amor por la vida.
Muchísimas gracias por tus palabras.
Rkia.
Henhorabuena Rkia ! Que buena tu manera de siempre juntarte a la vida social marroqui , me encanta ! Y me encanta tu eleccion de la cancion de Fayrouz , es una de mis cantantes arabes preferidas ! Has hecho coincidir muy bien esta fantastica cancion con tu Historia triste pero llena de esperanza ! Es lo màs bello , este rayo que sigue iluminando el corazon del protagonista ! felicidades !!
ResponderEliminar¡Hola María!
EliminarTe agradezco tu lectura y tus palabras alentadoras.
La verdad es que con Ester experimentamos en la escritura. Y pienso que los seguidores y lectores del blog dan más vida a nuestros textos leyendo y comentando en un intercambio fructuoso. También tus aportaciones poéticas enriquecen y adornan el contenido del blog.
Otra vez gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Rkia