No recuerdo tu nombre,
o tal vez sí.
¡Caprichos de poeta!
No recuerdo tu rostro,
o quizá sí.
¡Qué importa!!
No recuerdo tus ojos.
Eso sí…
de pupila amarilla.
¡Qué tiempos aquellos!
¡Qué hermosura!
Hoy me invade la brisa
de esa primera ternura.
Siento el dolor en los muslos
tras nuestras locas carreras.
Y mis manos arenosas
demoliendo tus castillos,
y una cometa, sonriendo
de color de amapola.
Unas risas inocentes
y malignas confidencias.
Estrategias de venganza
y tirones de melena.
Un desgaste de lágrimas,
deshojando margaritas.
Un «me quiere no me quiere»
y pequeñas fantasías.
Hoy recuerdo tu nombre,
¿serán los pasos de la vida?
Hoy te veo la cara,
se ha desvanecido la amnesia.
Hoy te vuelvo a olvidar,
sin quererlo, quizá.
Se me nubla la mente,
se me enredan los sentidos.
Hoy me pongo tacones,
faldas cortas o pantalones.
Mis estrategias han cambiado,
mis margaritas se han
marchitado.
Hoy ha vuelto la amnesia,
¿O serán los pasos de la vida?
Iman Tanouti
Rabat, 20 de octubre de
2016.
Actividad de escritura
realizada tras una “Exposición de poemas de amor”.
ResponderEliminarImane,
Has escrito tu poema en doce estrofas, y cada una describe un estado de ánimo de la poeta–a saber tú – a través la memoria que estimula al lector preguntándose: ¿Y ahora se recordara del nombre o no?
Un verdadera historia muy emocionante en verso con un va y viene loco y caprichoso de la memoria entre amnesia y recuerdo. Unas bellas imagines, un vocabulario rebuscado y un estilo que es tuyo (con tu sello).
Gracias por compartir tu poema…y el Taller con nosotros.
¡Felicidades amiga y no dejes de escribir!
Rkia
En tu poema, siento esa inocencia de la flor de la edad, esa dulzura, ese juego de los recuerdos que a veces flotan sobre la superficie de la memoria y otra vez se zambullen en el fondo de los fondos, dejándonos un poco perdidos en los laberintos de la vida.
ResponderEliminarMe gusta tu pluma; me acaricia siempre en el buen sentido.
Abdellah
Imane, estoy de acuerdo con Abdellah. En tu poema hay mucha inocencia hasta que al final se convierte en rebeldía cuando dices:
ResponderEliminar"Hoy me pongo tacones,
faldas cortas o pantalones.
Mis estrategias han cambiado,
mis margaritas se han marchitado"
Enhorabuena y un placer volverte a ver por el teller.
Anastasio
Muchas gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarImane,tu poema invade con"la brisa de esa primera ternura",cuyo recuerdo transmitas sin marchitarlo,aun la presencia del olvido,que me parece fingido,o más bien que está solamente para dar más sentimiento al recuerdo.Es que las primeras ternuras no se olvidan y a veces salen debajo de tantos otros recuerdos para atraparnos.Gracias por recordárnoslo.
ResponderEliminarSi Albena, esas primera ternuras nunca se olvidan y hasta pueden asomarse de vez en cuando para recordarnos lo innocentes que hemos sido un dia. Muchas gracias pour tu comentario.
ResponderEliminarSi Albena, esas primera ternuras nunca se olvidan y hasta pueden asomarse de vez en cuando para recordarnos lo innocentes que hemos sido un dia. Muchas gracias pour tu comentario.
ResponderEliminarIman!
ResponderEliminarLa verdad es que tu poema me queda sin voz. Una nueva manera de escribir bastante particular que permite al lector de seguirte en tu razonamiento interrogativo :
No recuerdo tu nombre,
o tal vez sí.
No recuerdo tu rostro,
o quizá sí.
Muy bonito, me gusta mucho.
Felicidades!
Bahia