Esta
luz de Fez... Es la casa grande y tradicional donde nací, donde empezó mi
infancia.
El ruido de la fuente
en el centro ilumina el espacio.
Mi madre, la princesa
de nuestro mundo, vestida de forma tradicional -una “takshita” de
color azul y verde con el talle ceñido por un cinturón bordado en seda y de los
mismos colores que la “takshita”, y su pañuelo multicolor cubriendo su largo
pelo negro- se mueve con delicadeza en su
taller de bordados, como una abeja entre las flores.
Una mujer meticulosa,
minuciosa…
La música de un “malhun” acrecienta el
apacible ambiente.
Mi
madre aún joven. Cose, borda, canta con un preciso murmullo.
Habla en voz baja y
deliciosa cuando requiere algo.
¡Mi preciosa Madre!
Sus
grandes ojos que miran tranquilamente el tiempo que
pasa.
A
veces, sola con su meditación reflejando su
alegría.
A veces, cerca del árbol de flores de azahar del jardín,
respirando el olor del paraíso.
Ya
escapan de su ayer a su mañana.
Ya miran el tiempo,
¡madre mía!
Preciso
tiempo que ilumina las horas de mi vida,
Y que permite atenuar
el dolor de su ausencia.
Bahia
OMARI.
Rabat,
14 de noviembre de 2016.
Actividad
de escritura inspirada por un poema “SONETO IV” de Antonio MACHADO.
Gracias por compartir con nosotros este poema. Me ha gustado mucho. El ambiente tradicional en que has crecido me recuerda a mi infancia.
ResponderEliminarZakia!
EliminarEstoy muy contenta de recibir tu comentario sincero Zakia.
Muchas gracias y
Bienvenida en nuestra familia de escritura
Bahia
y un poema deliciosa que nos permite compartir contigo esos recuerdos tan bonitos e intranables.
ResponderEliminarmuy bonito.
felicidades
Iman
Iman!
EliminarClaro que es un poema que he escrito con una nostalgia bastante lejana de mi infancia, momentos tan preciosos, pero están presente en mi memoria.
Muchas gracias amiga mía.
Bahia
Bahia,
ResponderEliminar¡Me encanta tu poema!
Me gustan tus descripciones de:
«la casa grande y tradicional donde nací, donde empezó mi infancia.»
Y sobre todo del recuerdo de tu madre porque tus versos llevan unos pensamientos tuyos hacia ella, tiernos y llenos de mucho cariño y admiración. Lo dices con unas palabras graciosas más adelante:
« Mi madre, la princesa de nuestro mundo».
Para mí, « ¡UN TIEMPO DELICIOSO!» es un homenaje a tu madre pero también una verdadera traducción de los fuertes lazos de amor filial que el tiempo no logra alterar entre hija y madre.
¡Felicidades amiga y gracias por compartir este precioso recuerdo con nosotros!
Rkia
Rkia!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario maravilloso. El análisis de los recuerdos está profundo. Me gusta mucho.
Gracias
Bahia
Gracias por ofrecernos,Bahia,a través de tu poema, los murmullos,la música,las imágenes y el sabor de este tiempo,de donde nos llega la foto de tu madre.Nos has dado a compartir una emoción de verdad deliciosa.
ResponderEliminarAlbena!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Claro que cada uno tiene recuerdos de ese tiempo tan delicioso, lleno de afección y emoción. Muchas gracias
Bahia
Excelente poema y un gran homenaje tu madre.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Anastasio