
Buenos días, bella mía.
Buenos
días, mi bella santa.
Hace meses, años, madre mía, que
no te veo…
Estoy sola, sola, sola.
Andabas con alma soñadora y
brillante en la oscuridad,
tenías emociones de cemento y de
madera,
conocías la civilización de fatiga
y soledad,
volabas por el mundo desde el este
hasta el oeste.
Yo no di nunca con una madre
como tú.
Estoy sola, sola, sola.
Esta vida es como una guitarra
y yo soy la flauta a la que no se
le terminan los tonillos.
Estoy sola, sola, sola.
Fátima Makhoukh, alumna de B2-1
del Instituto Cervantes de Rabat.
Poema dedicado a mi madre.
Rabat, noviembre de 2019.
Un poema muy bello y cargado de emociones.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirlo con nosotros.
Fatima,
ResponderEliminarQue poema mas bello al mismo tiempo que cargado de tristeza.
gracias por compartirlo con nosostros