Después de preparar su
equipaje ligero y ponerse una camiseta y unos pantalones blancos, coge su billete del tren y se va a la
estación… Está muy feliz, como si fuera la primera o la última vez que va a viajar. Pero al mismo tiempo siente los fuertes
latidos de su corazón y una sensación de
desmayo. Tiene la cara y las manos lívidas, los dedos
azules y su cuerpo está muy frío, aunque es el mes de agosto en Madrid. Quizá es el estrés
normal antes de un largo viaje, se dice a sí mismo.
En la estación, hay mucha gente: personas contentas
de reencontrar a gente cercana que viene de lejos y otra que está tristes porque se separa de
sus seres amados… Hay personas que están a punto de llegar, otras a
punto de irse…
Por fin su tren ha llegado. Sube
y anda entre vagones para elegir el mejor
asiento cerca de la ventana, para ver los paisajes de fuera. Escoge un asiento del que brota un buen olor, parecido
al de las flores. Al principio, mira a la cuidad
donde trabaja y vive ahora mismo. Pocas horas después, ve a la ciudad donde
estudió en la universidad. A pesar de
lo mal que siente todavía, se duerme; pasa mucho tiempo hasta que se despierta y redescubre su pueblo nativo donde nació y pasó su infancia con sus
padres, ahora ya fallecidos. En ese
momento siente gran nostalgia por su familia, sus
amigos de la infancia, el primer amor, las calles llenas de gente, el campo de fútbol, el
mercado que había cada domingo… Esa es la última parada antes de llegar a su destino. Cuando
lo reconoce, se levanta y coge su equipaje para bajar del tren. Las personas que están cerca de él pueden
observar a su rostro pálido, sus ojos dormidos, pueden escuchar sus bocanadas
breves y el aire que escapa entrecortadamente
de sus labios, que dibujan una sonrisa
inocente e indiferente, aunque el dolor no ha cesado. Lo han rodeado varias caras tristes y
a veces lágrimas y gritos que no puede entender. Le preguntan si se
encuentra mal o quiere que llamen al doctor. Él no contesta y se va sin prestarles atención.
Cuando el tren se para y la puerta se abre, su dolor de corazón y la
sensación de desmayo desaparecen, ante él se abre un paisaje fantástico y paradisíaco. Siente un aire muy puro y ligero mezclado a veces con un aroma dulce de frutas
exóticas, tropicales y a veces con el maravilloso olor del mar. El viento
que acaricia a las
altas palmeras y otras plantas que jamás había visto y que dibujan ondas suaves en la playa de color turquesa. El sonido de esas
ondas se mezcla con los cantos de los pájaros,
escucha algunas voces, risas y carcajadas de gente que vienen de lejos como si estuvieran
de fiesta tras un día de duro trabajo. Va caminando en dirección a esas voces, cuando ve a una chica que se parece a ella,
aquella chica de su pueblo nativo. Tiene los mismos rasgos, aunque en una versión más
madura: sus cabellos largos arrullados por el viento
son como rayos de sol en un cielo azul y ancho, su
piel es como leche mezclada con gotas de café, sus ojos
parecen unos pequeños botecillos de miel… Pero
es ella, porque mantiene la sonrisa inocente
de aquella chica de trece años que fue. Se
acerca a ella y le pregunta si es esa chica… “Evidentemente,
claro que soy yo”, le dice. Ha sido
una buena sorpresa para ambos, porque no se
ven desde hace muchos años y ninguno de ellos sabía nada del otro. Entonces eran pequeños. Cada uno
amaba al otro secretamente sin poder mostrarlo. Bajo un cielo
lleno de estrellas brillantes como polvo de oro sobre el cuerpo de una guapa africana, hablan toda
la noche de sus recuerdos, sus vidas… hasta el amanecer.
Ahora es el
segundo día en ese paraíso que jamás había visto o sentido en su vida. Un lugar extraordinario y el amor de su vida…
“Que suerte”, se dice. Quiere que eso dure
el resto de su vida. Por la mañana, cuando andan al
lado de la playa, ve a dos personas muy lejos que están caminando en su
dirección. Observa en su rostro una mezcla de
emociones de felicidad, pero también de duda, incomprensión, miedo, conflicto…
Tiene los ojos fijos en esas
personas, ellos se acercan más, ve cómo
la duda y la incomprensión desaparecen a favor del
miedo, del compromiso y de la felicidad. Son
sus padres difuntos.
¡Narrado por un Ángel!
FATIHA TALBI.
Rabat, 17
noviembre 2017.
Actividad
basada en “El río” de Julio Cortázar.
FATIHA: QUÉ BELLAS DESCRIPCIONES, QUÉ OJO TAN ATENTO A LOS PPEQUEÑOS DETALLES... QUÉ HISTORIA TAN MÁGICA Y QUÉ SORPRESA FINAL.
ResponderEliminarFELICIDADES POR TU CUENTO.
Muchas Gracias Ester para tu comentario y estimulo. Ojala, si tenga un buen nivel en la conversacion tambien
EliminarFatiha,
ResponderEliminarCon tu cuento, nos haces sentir la angustia del protagonista a través de un viaje nos relajamos en el mundo paradisíaco donde acaba y compartimos su momento de felicidad con su amada. Pero al final nos dejas con dudas sobre la realidad del cuento y nos preguntamos si es un sueno o es el mensaje de un ángel que se fue muy pronto.
Muy bello
Felicidades.
Iman
Gracias Iman. Este cuento es inspirado de Julio Cortazar. Entonces es como un fin abierto y cada uno puede interprarlo como lo quiere. Claro que tengo mi propria interpretacion
Eliminaruna historia maravillosa con descripciones detalladas
ResponderEliminarme lleva en un mundo romantico y hermoso pero el final para mi es un sorpresa me pregunto como Iman si es un sueno o que
ASSIA
Gracias querida Assia. Este cuento es inspirado de Julio Cortazar. Como sabes, hace fines abiertos y cada uno puede interprarlo como lo quiere. Claro que tengo mi propria interpretacion
EliminarFelicidades, Fatiha, por tu bonito cuento! Lo que me gusta más es que en él se mezclen lo real y lo irreal con la muerte, pero sin tristeza.
ResponderEliminarSaludos
Albena
Gracias Albena. Exacto es lo que quiere decir a traves de este cuento. Lo Has entendido perfectamente.
EliminarFelicidades Fatiha por tu primero cuento.
ResponderEliminarMuy bien escrito con palabras preciosas y precisas, detalladas.
Enhorabuena y bienvenida al blog.
Me gusta muchísimo.
Bahia
Muchas Gracias Bahia. Enhorabuena.
Eliminar¡Hola Fatiha!
ResponderEliminar¡Qué cuento extraño, fantástico y muy bien elaborado!
¡Me gusta mucho!
¡Felicidades y bienvenida en el Blog del Taller!
Rkia
Muchas Gracias Rkia. Enhorabuena.
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