No siento la vida…
¿Envenenaron sus fuentes?
Todo al revés, todo o casi todo.
Tanta esperanza de días
prometedores se fue por un capricho.
Capricho de alguien que no creyó en la alegría.
Fue su solo error, no confiar en la alegría
de beber un buen vino
compartido con todos.
La risa de días dio paso a las lágrimas,
a la desesperanza y a los recuerdos ya idos
que volvieron con fuerza, con toda la fuerza
de la desesperación.
Tan conocida la desesperación de la nostalgia
más desesperada que otras veces.
Y así comenzaron los errores tras errores,
Impaciencia loca, error y más error de la impaciencia.
Lágrimas que bajan y bajan
y se deslizan sobre un chocolate en la mesa.
Ana Borges
Pinares, 28 de febrero
de 2013.
Perdona, Ana, por esos miles de días en que tu poema ha estado encarcelado en un archivo. Tusversos son tan dulces, sencillos y profundos que es una pena tenerlos encerrados. Hoy les doy libertad para que vuelen hasta los ojos y oídos de tus compañeros...
ResponderEliminar¡Qué maravilloso poema, querida Ana!
ResponderEliminar¡Qué generosidad por compartirlo con nosotros miembros y seguidores del blog!
Un fuerte abrazo
Rkia
Hola amiga
ResponderEliminarEstoy feliz de leerte de nuevo.
Tu sitio entre nosotros queda intacto.
Abdellah
Ana,
ResponderEliminarSiempre que te leo, encuentro en tu pluma algo especial, de dulzura, de delicadeza. Una pluma fina que sabe decir las cosas con poesia.
Me gusta mucho tu poema. Esta muy bien estructurado, en las cuatro primeras lineas (maravillosas)tenemos un resumen de la historia. Luego tenemos detalles que comienzan con un error y terminan con lagrimas.Lagrimas pero no cualquieras ! Unas que "se deslizan sobre un chocolate en la mesa " que bello Ana!
Muchas gracias por compartir Ana, que sigues escribiendo y encantandonos !
Abrazos
ana, justo ho te vi, hablamos de ello..y acá lo leó... qué maravilla es la poesía, como resume en un suspiro mil mundos y emociones. maravilloso ana....!
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