TALLER DE ESCRITURA "A ORILLAS DEL BU REGREG" DEL INSTITUTO CERVANTES DE RABAT

Bienvenidos a «A orillas del Bu Regreg», el blog de los integrantes del Taller de lectura y escritura creativa, un curso especial que realizamos desde hace doce años en el Instituto Cervantes de Rabat (Marruecos).

En este espacio damos a conocer los cuentos, poemas y otros ejercicios de escritura que se proponen en clase y que realizan nuestros alumnos, aunque también publicamos colaboraciones de nuestros lectores.

Muchas gracias por leernos y por compartir vuestras opiniones.
Ester Rabasco Macías (profesora del Taller)

Sigue nuestro canal "A orillas del Bu Regreg" en YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCOxmhYlix9perGlx2QEioag

Consulta nuestra programación de cursos especiales: https://www.youtube.com/channel/UCOxmhYlix9perGlx2QEioag

Buscar este blog

miércoles, 17 de marzo de 2010

PARIS, TE ODIO de ABDELLAH EL HASSOUNI


La voz impersonal que te había acogido resonaba como un tambor en tu cabeza, hasta tal punto que no oíste el portazo tras su salida y sus palabras: "Voy a tardar más esta noche, una hora o una hora y cuarto…”. Tu mirada corrió por el largo pasillo que acaba en el salón, apenas inundado por los primeros rayos del sol, mientras que tu espíritu divagaba ya lejos. Apenas detuviste tu mirada en el lujo, casi no percibiste los signos ostentatorios, aquellos emblemas fríos de una burguesía glacial. Tu espíritu vagabundeaba sin pararse en un punto fijo. Siempre sufriste esa carencia, la de no tener ningún elemento de referencia, o al menos un fuerte sentimiento de atracción por algo o por alguien. Una mujer originaria de un remanso de paz perdido en la vasta naturaleza montañosa del centro del país no puede tener ninguno. De tu aldea lejana, furtivamente emergían, en tu memoria ya cansada, imágenes un poco pálidas: una pequeña aldea solitaria colocada al final de un sendero de montaña y en las inmediaciones de un bosque de pinos. Un pueblo lindo, azul y amarillo, idílico para revistas de turismo, con su plaza central, su minúsculo lugar de culto un poco ridículo, su delegación farmacéutica, su médico de mediana edad, sus niños despreocupados corriendo descalzos, sus hombres maduros de rostros quemados por el sol que intercambiaban las mismas bromas y sonrisas de siempre, hombres que hacían a menudo la siesta para huir del calor, para esconderse del frío y que se acostaban temprano, que no soñaban jamás con música, que no poseían brizna alguna de locura. Una población apacible donde cada una de las veinticuatro horas del día se parecía al resto de horas como se parecen los granos de trigo entre sí.
Tan sólo aquel bello y charlatán ganadero pudo romper la monotonía de tu cielo casi despejado, erigirte un arco iris que rozara las nubes y hacer que fluyera el agua por los riachuelos de tu valle aquejado de sequía. Y bebiste de este agua tanto como pudiste, te saciaste mientras el tiempo te lo permitió, hasta el momento en que algo comenzó a estremecerse en tus venas, a tiritar en tus vasos, a vibrar en tu vientre, a tomar su forma y a ocupar todo el espacio de tu cuerpo.
Y allí, la poca gente que te rodeaba, los demás, los que compartían contigo los callejones estrechos de tu vida, se volvieron más voluminosos, fueron tomando más espacio, te empezaron a asfixiar, te privaron de aire puro. Sus miradas ganaron en rigidez, con el fin de rivalizar con la de sus ideas, sus conceptos. Te reprochaban el haber abusado de aquel agua, el haberla bebido, como si ellos jamás la hubieran tomado. No les gustaban tus cambios, tus formas redondas, tu vientre. Querían que te mantuvieras intacta, igual, intocable, como un objeto, un objeto que diera la impresión de no haber sido usado nunca.
Pero tú fuiste consciente de todo: sabías que una cosa había terminado y que otra comenzaba inevitablemente. Y sabías que ambas eran una sola cosa, tu vida. Entonces, cerraste los ojos, los puños, una maletita y, a finales de primavera, arrancaste tu cuerpo de la aldea y tomaste el camino de la ciudad, de la capital, con una semilla de vida en tus entrañas, los brazos completamente abiertos y las palabras de tu novio todavía resonando en tus orejas.
Pero desde tu llegada, la ilusión se disipó y el espejismo se deshizo y comprendiste que esa ciudad no era la tuya y que tú no pertenecías a ese mundo. A pesar de todos los bancos de sus jardines y parques, sólo ocupaste asientos en los trenes ruidosos de los suburbios; de todas sus calles y bulevares, tomaste sólo los túneles de metro alumbrados de neón y abarrotados de rostros cansados, bocas cerradas y olores a plástico quemado. A pesar de sus muchos colores, te bañaste sólo en el gris y en todas sus degradaciones. De entre sus amaneceres, asististe sólo a la espesa oscuridad de la madrugada. De sus despertares matutinos tardíos, no viviste más que los días inaugurados a la invariable hora de las seis de la mañana. De sus muy numerosos ocupantes, cosechaste sólo sonrisas de circunstancias que morían rápidamente como vibraciones en el agua bajo una brisa ligera, así como impersonales y frías órdenes incluso cuando, expresadas en tu lengua materna, emanaban de la boca de una compatriota: "Voy a tardar más esta noche, una hora o una hora y cuarto…” Pero, aunque esa ciudad no es y no será tuya, tú estabas -hija de la inconsciencia y de la indiferencia- obligada a esperar junto a la pobreza.
De repente, hoy, los llantos de la niña que se halla a tu cargo, han cortado el pesado silencio y te han llevado a rastras hacia su habitación. Al ver su pequeña cara angelical y su tímida sonrisa, tan parecida a la de la tuya, no has podido evitar cantarle, casi inaudiblemente, tu canción de cuna. Aquella nana, herencia abarrotada del afecto y de la ternura de una gran madre, que lleva en sí todos los sabores y olores de tu apacible aldea.

Abdellah El Hassouni
Rabat, diciembre de 2010-03-17
(Ejercicio basado en Lejos del 16º, una de las historias de la película París, je t´aime)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No olvides que nos importa tu opinión... Comenta nuestros textos, cuentos y poemas... Gracias.

«VEINTE AÑOS, HIJO», BAHIA OMARI

    Lloro sin cortar cebollas, pero oigo la fluidez de las lágrimas, lágrimas por el dolor que alcanza siempre mi corazón, mi alma; un...

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017
Cantando los versos de José Martí.

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017
Iman y Anastasio recitando a Mario Benedetti. Mohammed a la guitarra.

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017
Manal, Ahlam y Assia recitando a Oliverio Girondo.

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017
Rkia recitando a Delmira Agustini

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017
Bahia recitando a Alfonsina Storni.

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017

RECITAL 9 DE JUNIO DE 2017
Laura & Mohamed y Mohamed & Laura cantando a Alfonsina Storni.

Ensayando para el Día E junio 2015

Ensayando para el Día E junio 2015
Grupo del Taller de Lectura y escritura 2015

Recital 18 de junio de 2016

Recital 18 de junio de 2016
21.00 Instituto Cervantes de Rabat

Bahia. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA

Bahia. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA
Recital del 24 de abril de 2015

PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA

PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA
Viernes, 24 de abril de 2015, 19.00 -INSTITUTO CERVANTES DE RABAT -

Rkia. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA

Rkia. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA
Viernes, 24 de abril de 2015

Iman.PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA

Iman.PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA
Recital del 24 de abril de 2015

Abdellah. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA

Abdellah. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA
Viernes, 24 de abril de 2015

Fatima. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA

Fatima. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA
Rabat, 24 de abril de 2015.

Aïcha. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA

Aïcha. PUESTA EN ESCENA DE POESÍA ESPAÑOLA
Recital del 24 de abril de 2015

RECITAL 11 DE JUNIO DE 2014

RECITAL 11 DE JUNIO DE 2014
Recital "A orillas del Bu Regreg 2014"