Por siempre y para siempre. Siempre
vendrán a tu memoria, sola y en la oscuridad de ti misma, esos recuerdos que
tanto hieren. Azul, algodón, miel para convertirse en puñales punzantes que
desangran tus noches hasta morir envenenada por tu indiferencia.
Ven y quédate. Olvídame para vivir.
Gritas, vuelas y gritas alejándote del infierno que provocas. Vienes y vas. Vas
y vienes. Me amas, me olvidas. Transmutación de ti. Péndulo que marca el ritmo
oyendo cómo te amo en el precipicio de la desesperación hasta morir en el
profundo olvido de tu mirada.
Agonizo. Muere o mátame. Arráncate tu
rostro, mujer, para verte y muéstrate tú. Blanca. Transparente.
Mi vida fuiste. Te conocí, pero te
desconozco hasta la locura. Te deseo. Te llamo, te sueño, te pienso. Te deseo.
Silencio, frío, oscuridad. Nada.
Anastasio García.
Rabat, septiembre del 2016
Texto inspirado en “Retrato de
mujer” de Gonzalo Rojas.
Otra vez te felicito!! Yo se que no tengo el nivel suficiente para comentar los textos de mi profesor, pero me atrevo, con lo poco que conozco, y sobre todo confiando en mis sentimientos y las sensaciones que me dejan las palabras y las frases! En este texto me toco el tono de desafio que sale de tus frases, ese ser ofendido aunque enamorado que tiene un orgullo que le hace rechazar el dolor y el sufrimiento!! Me gusta mucho! Muy expresivo!! Henhorabuena!
ResponderEliminarAnastasio,
ResponderEliminar¡Me encanta tu texto!
Esta lleno de musicalidad « rabiosa, dolorosa, amorosa pero rebelde» si se puede decir.
Un verdadero llanto en prosa poética que interpela los sentimientos del lector.
¡Entrañable!
¡Felicidades!
Rkia
Muchas gracias a las dos. Vuestras palabras y vuestro apoyo para continuar.
ResponderEliminarMuchas gracias de nuevo.
Anastasio