Una noche, la madre muestra al niño una luna llena. A unos trescientos metros el coche gira y el niño, con naturalidad, descubre otra luna.
Yo no soy la primera luna. Tampoco la segunda. ¿Seré quizás la séptima? No lo sé, no importa.
Sí sé que soy la luna que hace brillar el mar plateado por las noches.
Cuando mi contorno es un círculo perfecto estoy llena de letras que se cruzan, se juntan, se separan, se intercalan, vuelven a separarse y a unirse, gestando palabras. Sin tinta, sin teclado, sin pantalla.
Palabras tales como luz, libertad, padre, libros, abuela, guayabas, niños, Cartago, sol, narciso, óleo y lienzo, guitarra y piano, abrazo.
Desde el ángulo sureste de una casa, donde se huele el viento, alguien me contempla. A mí, y al océano, y a la espuma de las olas más blanca que otras veces. Me contempla cada noche y espera. Sabe que cuando sea media luna, cuando la espuma apenas se vea, las palabras ya estarán surfeando en las altas olas, y el poema llegará a la esquina con olor a viento.
Ana Borges
Rabat, 6 de junio de 2009
(Ejercicio inspirado en el “Manual de Zoología Fantástica” de Jorge Luis Borges)
Yo no soy la primera luna. Tampoco la segunda. ¿Seré quizás la séptima? No lo sé, no importa.
Sí sé que soy la luna que hace brillar el mar plateado por las noches.
Cuando mi contorno es un círculo perfecto estoy llena de letras que se cruzan, se juntan, se separan, se intercalan, vuelven a separarse y a unirse, gestando palabras. Sin tinta, sin teclado, sin pantalla.
Palabras tales como luz, libertad, padre, libros, abuela, guayabas, niños, Cartago, sol, narciso, óleo y lienzo, guitarra y piano, abrazo.
Desde el ángulo sureste de una casa, donde se huele el viento, alguien me contempla. A mí, y al océano, y a la espuma de las olas más blanca que otras veces. Me contempla cada noche y espera. Sabe que cuando sea media luna, cuando la espuma apenas se vea, las palabras ya estarán surfeando en las altas olas, y el poema llegará a la esquina con olor a viento.
Ana Borges
Rabat, 6 de junio de 2009
(Ejercicio inspirado en el “Manual de Zoología Fantástica” de Jorge Luis Borges)
Ana, no dejes de escribir. Tus líneas son como la brisa del mar y un puñado de arena... Dejan un suave contacto en la piel de la palabra.
ResponderEliminarEster
Ana,
ResponderEliminarLo que te dijo Ester, te lo dije yo también por correo.¿Porque no sigues escribiendo? Al menos quedarás en contacto con el taller y todos podrámos disfrutar leyendote en espera de tu regreso.
Me gusta mucho "LUNA Y PALABRAS"
Un abrazo desde el taller
Rkia
Hola Ana:
ResponderEliminarMe ha encantado tu poema. Un abrazo desde el otro lado. Te recordamos. Te apreciamos.
Amparo
Ana:
ResponderEliminarAcabo te aprender que ya no estas en Marruecos, y senti un vacio aunque yo ya no venia al taller.
Es que sentia tu presencia através del blog y de tus textos que nos encantan a todos. Tu pluma tiene algo muy tuyo y muy especial, hecho de suavidad, de madurez,de poesia, de sensibilidad, de originalidad y de tantas otras cosas.
Sigue escribiendo y compartiendo con nosotros, que es un gran placer leerte Ana.
Un fuerte abrazo
Mi querida Ana, que hermoso es tu texto, no dejes de escribir,
ResponderEliminarte hechamos mucho de menos;
suerte